Año 2371
Sistema Estelar de Roanram-α.
A 592 años-luz de la Tierra.
A bordo de la nave de exploración Kenor, en órbita geoestacionaria en torno al planeta Aigean-5t.
Tripulación: 2 seres humanos, 4 androides y 2 EIAs (Entidad de Inteligencia Artificial).
Kalartre: Ena, ven, mira, ¡ya hemos llegado!
Ena: (Excitada y muy sonriente) ¿Es… lo que yo creo?
Kalartre: (Sonriente) Sí, es el planeta Aigean-5t… en todo su esplendor.
Ena: (Emocionada) Dios mío… nunca imaginé que fuera tan… tan inmenso… ni tan precioso. La imagen del telescopio orbital no le hace justicia. Se parece un poco a la Tierra, ¿no?
Kalartre: Sí, tienen cierta semejanza. Pero éste, además de ser cinco veces más grande que la Tierra, está compuesto de un superocéano muy tranquilo salpicado por unos ochenta microcontinentes a modo de islas.
Ena: Mirarlo me corta la respiración. Creo que me voy a desmayar...
Kalartre: Es normal, cariño. La vista es sobrecogedora. ¿Sabes?, me recuerdas a Stendhal, cuando visitó la Basílica de la Santa Cruz, en Florencia.
Ena: Sí, me acuerdo de sus palabras: "Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme". Pero esto… es aún más… Es como si fuera a morirme... de gozo.
Kalartre: Creo que ha llegado el momento de decirte la verdad, Ena.
Ena: ¿A qué te refieres, Kalartre?
Kalartre: No hemos venido al Sistema de Roanram-α en misión científica. Fue todo un montaje. Quería darte una sorpresa. Confío en que me perdones.
Ena: ¿Un montaje? ¿Una sorpresa? No entiendo nada…
Kalartre: ¿Recuerdas que hace tres años, al poco tiempo de conocernos, me dijiste que te gustaría vivir conmigo en una isla desierta, que darías lo que fuera por hacer ese sueño realidad? Pues… he querido ir un poco más allá. Pensé: "¿Por qué ir a vivir a una isla desierta cuando podemos vivir en un planeta remoto y solitario lleno de islas? Ya puestos…". Un planeta para nosotros solos. Hoy cumples treinta y seis años, ¿no? Pues este es mi regalo, Ena: el planeta Aigean-5t es tuyo.
Ena: (Llorando) ¡Dios... no me lo puedo creer! No imagino un regalo más... hermoso. Me has dejado sin palabras, Kalartre. No sé cómo podría agradecértelo, mi amor.
Kalartre: Seguro que se nos ocurrirá algo…
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