Hoy cumplo nueve años, y mi padre me ha regalado una especie de maleta con ruedas para llevar los libros al colegio. Al dármela, me ha dicho que le sabía muy mal verme todos los días cargado con la mochila a mis espaldas. Además, como sabe que me gusta Batman, el trasto lleva un dibujo en relieve de Batman. ¿Habrá pensado que así me gustaría más? En fin, esta ha sido la prueba de confirmación que yo necesitaba y que ya tengo. Ahora lo sé sin ninguna duda: mi padre cree que me chupo el dedo. Porque no era suficiente ponerme un uniforme con corbata, igualito que él, y hacerme madrugar todos los días para llevarme luego a un colegio donde me paso las horas muertas hablando inglés. Hoy tocaba la maletita con ruedas. Por supuesto, para hacer de mis viajes al colegio unos momentos mucho más emocionantes. Pues muchas gracias, papá, pero hubiera preferido jugar contigo en el parque. Es que no te enteras...
Si sólo tengo nueve años… ¿A mí qué me importa quién era Napoleón o Juana la Loca, las fracciones o las aplicaciones del sulfato de cobre? Sólo me explican cosas aburridas en clase, pero nadie me enseña a evitar los resfriados cuando llega el invierno o cómo superar de una vez por todas el miedo que tengo a la oscuridad, nadie me explica cómo decirle a Laura que me gusta sin ponerme rojo, por qué las ruedas de los tranvías no son como las de los autobuses o cómo es de grande el infinito. Hay tantas cosas que quisiera saber y nadie me explica, tantas… Mis padres están siempre ocupados con trabajo o reuniones. Rara vez responden a mis preguntas. Noto que se agobian cuando les hago varias seguidas. Y mi hermano tampoco tiene mucho tiempo para mí porque acaba de echarse una novia. Además, estoy harto de que me llame enano. No para de decírmelo. Nunca es cariñoso conmigo.
No sé por qué, pero a veces la gente me pregunta: ¿Qué quieres ser de mayor? Y yo contesto: ¿Quién ha dicho que yo quiera ser mayor? Yo quiero ser siempre un niño. Es que los adultos son tan serios… No hagas esto, no hagas lo otro. Haz los deberes. Tienes que ser responsable. Compórtate como un chico mayor... ¡Pero si soy un niño, jolín! ¿O es que no se dan cuenta de que mido un metro, no tengo barba y llevo calcetines de colores?
No me interesa el mundo de los mayores, siempre yendo de aquí para allá con prisas, pitando con el coche en los atascos, fumando y trabajando todo el día para ganar dinero. ¡Es horrible! ¿Es que no podrían trabajar la mitad y tener más tiempo para jugar con nosotros, ir de excursión, contarnos cuentos o mirar las estrellas por la noche? No hace falta tener tres coches, un apartamento en la playa y armarios llenos de ropa. Estoy seguro de que se puede ser feliz con menos, ¿no?
Lo que más me gustaría es que mis padres tuvieran tiempo para divertirse y jugar conmigo. Y si no, ¿para qué me han traído a este mundo? ¿Para convertirme en un adulto ya desde pequeño?
Pero si sólo soy un niño…
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