Ir al contenido principal

Terapia de grupo



Javier: Hola... es mi primera vez aquí, en este sitio... Bueno... me llamo Javier, y... he votado cinco veces consecutivas a... a... políticos corruptos.
Todos: ¡¡Hola, Javier!!
Javier: La verdad es que... no sabía si venir, pero bueno... un amigo que ya se ha rehabilitado me recomendó este grupo y al final... pensé que no perdía nada por intentarlo. (Sollozando) Es que... me siento fatal... como un bicho raro... incomprendido.
Lucía: No te preocupes, Javier. Llora. Desahógate. Tómate tu tiempo...
Alfredo: Míranos, todos nosotros hemos pasado por ahí, y sabemos lo duro que es tomar conciencia de la situación.
Amalia: Sí, es verdad, un buen día te despiertas, y, de repente, te dices: ¡Dios mío!, ¿pero qué he hecho? ¿Cómo he podido votar a políticos corruptos durante años? Y sí, lo reconoces, lo asumes... y te das cuenta de que el mundo no se acaba, que hay más gente como tú, miles de personas, millones...
Natalia (terapeuta): Claro que... no todo el mundo tiene el valor de reconocerlo. Ni, menos aún, de venir a terapia.
Javier: (Secándose las lágrimas y dirigiéndose a una de las compañeras) ¿Y tú cómo fue que viniste aquí?
Teresa: Porque además de votar varias veces consecutivas a políticos corruptos, yo veía cómo desahuciaban a ancianas, a madres con bebés, cómo había gente que moría de enfermedades por no tener dinero para pagar medicamentos, cómo había niños que se acostaban sin cenar o cómo había gente protestando en la calle pacíficamente a la que multaban con miles de euros... y me daba igual. Vamos, que como que todo eso no tenía que ver conmigo. Hasta que una mañana me levanté y me dije que esto no podía seguir así, que yo tenía un problema y que tenía que hacérmelo ver. Y aquí estoy.
Javier: Y tú, Alfredo, ¿cuál es tu historia?
Alfredo: Parecida a la de Teresa. Yo tenía un buen trabajo y un buen sueldo. Era autónomo. Pero con la crisis y las medidas económicas tan duras que se impusieron tuve que cerrar mi negocio. Y me arruiné. Y aun así, seguí votando a esos políticos corruptos. Si bien, tiempo después, comprendí que yo estaba enfermo y que necesitaba ayuda. Por eso vine a terapia.
Lucía: ¿Y cuál es tu historia, Javier? Habla con confianza. Somos tus amigos. No vamos a juzgarte ni a criticarte. Venga, cuéntanos. Te escuchamos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vaalbará

Pangea fue un supercontinente que se originó hace 300 millones de años y que al fragmentarse (unos 100 millones de años más tarde) dio lugar a Gondwana y Laurasia , los dos protocontinentes precursores de los que existen hoy en día. Sin embargo, a lo largo de la historia de la Tierra han existido otros supercontinentes antes de Pangea ( Pannotia, Rodinia, Columbia, Atlántica, Nena, Kenorland, Ur ...), los cuales fueron fragmentándose y recomponiéndose en un dilatado ciclo de miles de millones de años. El primero de esos supercontinentes se denominó Vaalbará . Vaalbará es un vocablo hibridado que resulta de fusionar los nombres Kaapval y Pilbara , el de los dos únicos cratones arcaicos que subsisten en la Tierra (los cratones son porciones de masa continental que han permanecido inalteradas -ajenas a movimientos orogénicos- con el paso del tiempo). La Tierra hace 3.600 millones de años. Y el supercontinente Vaalbará conformado en medio del supe...

Catalina y Miguel: una historia de amor.

Valencia, 15 marzo de 2014. Torre de Santa Catalina: Miguel, ¿cuánto tiempo hace que nos conocemos? Torre de El Miguelete: Poco más de trescientos años, Catalina. Catalina: Aún me acuerdo de cuando nací, a principios del siglo XVIII. ¿Te acuerdas tú? Miguel: Por supuesto que me acuerdo. Llevaba mucho tiempo solo, aquí, en medio de la ciudad, y entonces, poco a poco, fuiste apareciendo tú. No imaginas cuánto me alegré de tu llegada. "Por fin una torre como yo, cerca de mí", pensé. Catalina: Cuánto ha cambiado Valencia, ¿eh?, a lo largo de todos estos siglos... Se ha convertido en una metrópoli muy grande, enorme, y bulliciosa, incluso los seres humanos han construido máquinas voladoras que surcan sus cielos. Es increíble, ¿verdad?, de lo que son capaces las personas... Miguel: Yo llevo mucho más tiempo que tú en la urbe. Antes, incluso, de que los hombres de estos reinos llegaran a las Américas. Tú aún no habías nacido. Aquellos pasaban por ser tiempos ...

Los objetos tienen alma

En mi opinión, decir que los objetos no tienen vida es incierto. De hecho, muchas veces se alude a su vida útil para referirse a su duración en el tiempo. Y si uno se para a pensarlo, también poseen una fecha de fabricación, un nacimiento,  y un final (a veces, denominado caducidad ). Exactamente igual que un ser vivo. Es verdad que no son orgánicos y que no pueden reproducirse. Pero sí que lo es que cumplen una función de relación con su entorno, tal como la cumplen los seres vivos. ¿Acaso tú no te relacionas con tu móvil o con tu ordenador y ellos contigo? ¿Acaso no intercambiáis miradas e información? ¿Y no es cierto que tú también te relacionas con tu ascensor cuando pulsas un botón... y él te obedece? ¿A que él te va dando información en una pantalla de la planta en la que te encuentras en cada momento? ¿Y no es eso un intercambio? ¿No es una función de relación? O cuando te subes en tu coche: tú manejas el volante, las marchas, los intermitentes, aprietas boton...