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Mostrando entradas de agosto, 2014

Extrasístole

Antares: Doctor, es un placer conocerle. Dicen que es el mejor cardiólogo del país. Dr. Aolmar: Exageran... Antares: Digo yo que cincuenta años pasando consulta darán mucho de sí, ¿no? Dr. Aolmar: (Sonriente) Eso sí; algo de experiencia tengo... Antares: Por eso he venido a usted. Le admiro, y me inspira mucha confianza. Dr. Aolmar: Se lo agradezco... de corazón. Por cierto, ya están los resultados de las pruebas que le he practicado esta mañana. Antares: Ah, ¿sí? Pues cuénteme, haga el favor. Dr. Aolmar: (Releyendo el historial de Antares) Veamos... usted acusaba desde hacía algunos días unas palpitaciones repentinas, intensas y frecuentes en el corazón. Según sus propias palabras: "...como si en el ritmo de mis latidos se produjera un salto y me faltara el aire". Es así, ¿no? Antares: Así es, doctor. Dr. Aolmar: Pues a ese fenómeno que le sucede se le denomina "extrasístole" , o " contracción ventricular prematura" . Y en

Destino

En algún lugar de España, diciembre de 1937… Carcelero: Te doy diez minutos para que te despidas de tu marido, el reo. Y recuerda que no puedes acercarte a las rejas. Nada de contacto físico. Como te vea acercarte a él, te reviento la cara, ¿me entiendes, roja? María: Sí, señor. Lo que usted diga. Carcelero: Ahora ya puedes pasar a la sala. Y recuerda que sólo tienes diez minutos. María: (Entrando en la sala y rompiendo a llorar de inmediato) ¡Juan, mi amor! ¿Cómo estás? Juan: ¡María! María: ¡Te he echado tanto de menos! ¡Esto es tan injusto! ¡No puedo creer que esté sucediendo! Juan: No te preocupes por nada, preciosa. Yo estoy bien. Tenemos poco tiempo, y quería decirte algo... María: Dime, Juan, dime… Juan: ¿Sabes, María?, aunque me fusilen esta noche, me llevaré con mi alma todos los días de la vida que hemos compartido juntos: cuando veraneábamos en las montañas, cuando nos bañábamos desnudos en el río, cuando contemplábamos las puestas de Sol cog

Descodificación de la mala sombra de los aviones oficiales españoles

Imagino que estaréis al tanto de la mala fortuna por la que atraviesan los aviones oficiales de la Fuerza Aérea Española (encargados de transportar a la Familia Real y a los miembros del Gobierno), también denominada Flota del 45 Grupo del Ejército del Aire . Estamos hablando de seis averías en menos de un año. La última de ellas, para más señas, tuvo lugar ayer mismo, en el vuelo del ministro Margallo hacia Bali, durante una escala técnica en Abu Dabi. Más allá de las peculiaridades de cada uno de ellos, todos estos contratiempos tienen dos denominadores en común: 1) Fuerzan a las aeronaves a demorarse en tierra o a aterrizar de emergencia para poder efectuar las necesarias reparaciones. 2) Obligan a sus usuarios (Familia Real y miembros del Gobierno) a retrasar la llegada a sus respectivos destinos. De esta situación reiterativa se desprenden, a su vez, dos interesantes metáforas a modo de moraleja: 1) Familia Real y miembros del Gobierno: ¿no creen que sería

Noche y Día

Noche: Día, ¿estás ahí? ¿Puedes oírme? Día: Sí, te oigo noche. Estoy aquí, al otro lado de la Tierra, como de costumbre. Noche: ¿Sabes?, estaba pensando en ti. Día:   Ah, ¿sí? ¿Y qué pensabas? Noche: Pues… en que la Tierra me ha hablado muy bien de ti. Dice que tienes un Sol que brilla en ti constantemente, que ilumina todas las cosas, y que también da calor. Me gustaría tanto poder verlo y sentirlo… Día: Curiosamente, yo también estaba pensando en ti, Noche. La Tierra también me ha hablado estupendamente de ti. Dice que tienes una Luna cuyo rostro va cambiando de forma a largo del tiempo, y también un firmamento de color negro salpicado con miles de estrellas. Y que cuando los seres humanos se sumergen en ti todos terminan soñando. ¿Es eso cierto? Noche: Sí, lo es. Día: Vaya… Noche: Oye, Día, ¿tú crees que hay alguna posibilidad de podamos abrazarnos? Me gustaría tanto poder sentirte, saborearte, saber cómo hueles, cómo es tu mundo… Día: La verdad es qu

'O sole mio

Me preguntaste: ¿No echarás de menos el Sol? Con lo que a ti te gusta... Presiento que no , te contesté. Total: que nos vinimos a vivir a Vancouver, a Canadá. Los dos buscábamos una vida mejor, un horizonte más amplio para expandirnos, un lugar tranquilo y civilizado donde arraigar y crecer. Y una vez aquí, me preguntaste de nuevo: ¿De veras que no lo echas de menos?: esa luz que inundaba las calles de Nápoles en el verano, ese calorcillo tibio en la cara durante los días de invierno, ese Sol que tanto te inspiraba... Entonces, te respondí: Hace un mes que el cielo cubre toda la Columbia Británica, y dos semanas que no deja de llover. En la calle hace frío; mucho frío. Pero, ¿por qué iba a echar de menos el Sol? A fin de cuentas, lo veo salir todos los días, percibo su calor en todo mi cuerpo ya de buena mañana, incluso más allá del ocaso. Siento continuamente cómo sus rayos me atraviesan la piel, cómo llegan con fuerza a mi corazón, cómo su fuego lo

El gran dictador

16 de septiembre de 1984. Londres, Franja Aérea 1. Comunicado oficial de El Gran Hermano a todos los súbditos de Oceanía. Camaradas de Oceanía: Hace un mes escaso, Lady Robinson, mi esposa, y primera dama del superestado de Oceanía, me dijo que ya no estaba enamorada de mí y que deseaba abandonar nuestro hogar conyugal. Unas palabras que llegaron a mí a contrapelo y que sentí, literalmente, como una amputación, como si una parte de mí se muriera irremediablemente en medio de una agonía dolorosa, profunda e intensa. Tamaña afrenta podría haberme llevado, merced al poder que ostento, a ordenar de inmediato su ejecución, pero en lugar de esto le pedí que me diera explicaciones, que me contara con lujo de detalles cuáles fueron sus motivaciones para tomar esa decisión. Y, sobre todo, le pedí que me hablara de la evolución de sus sentimientos. Quería conocerlos. Me interesaba. Lady Robinson, Elisabeth, Lyz, tuvo a bien sentarse conmigo y satisfacer mi demanda, tra

El regalo de cumpleaños

Año 2371 Sistema Estelar de Roanram-α. A 592 años-luz de la Tierra. A bordo de la nave de exploración Kenor, en órbita geoestacionaria en torno al planeta Aigean-5t. Tripulación: 2 seres humanos, 4 androides y 2 EIAs (Entidad de Inteligencia Artificial). Kalartre: Ena, ven, mira, ¡ya hemos llegado! Ena: (Excitada y muy sonriente) ¿Es… lo que yo creo? Kalartre : (Sonriente) Sí, es el planeta Aigean-5t… en todo su esplendor. Ena:  (Emocionada)  Dios mío… nunca imaginé que fuera tan… tan inmenso… ni tan precioso. La imagen del telescopio orbital no le hace justicia. Se parece un poco a la Tierra, ¿no? Kalartre : Sí, tienen cierta semejanza. Pero éste, además de ser cinco veces más grande que la Tierra, está compuesto de un superocéano muy tranquilo salpicado por unos ochenta microcontinentes a modo de islas. Ena: Mirarlo me corta la respiración. Creo que me voy a desmayar... Kalartre : Es normal, cariño. La vista es sobrecogedora. ¿Sabes?, me rec

Universos paralelos

UNIVERSO 1 Natalia: Mamá, el año que viene empiezo la universidad. He pensado en hacer Bellas Artes. Mamá: ¿Lo has pensado bien, hija mía? Mira que muchos artistas se mueren de hambre, ¿eh? ¿Y si fracasas? Con lo bien que se te dan las matemáticas... Mírame a mí: ganarías mucho dinero como economista, asesorando a una gran empresa. Yo podría ayudarte. Ya sabes que estoy muy bien relacionada. Ten en cuenta que lo más importante en la vida es estar bien colocado, tener un buen estatus y que no falte el dinero. Tú hazme caso. ¿Quién te va a aconsejar mejor que yo, con lo mucho que te quiero? Natalia: Puede que tengas razón... Veinte años más tarde... Lorena: Te envidio, Natalia. Lo tienes todo: casa, dinero, fortuna, una buena posición, un buen marido, unos hijos guapísimos... Natalia: Eso es lo aparente, pero mi vida es una mierda. No te imaginas lo frustrada y lo vacía que me siento por no haber estudiado Bellas Artes, por no haber hecho lo que yo más deseaba.

Rompiendo el hielo

Cubito de hielo:  ...y o soy frío como la nieve. Infusión de hierbas: Pues yo soy caliente como el Sol. Quizá demasiado. Por eso, te han puesto aquí, conmigo. Así que bienvenido. Cubito: ¿Y qué va a ocurrir ahora que estoy dentro de ti? Infusión: Como cubito, tienes los minutos contados. En breve, te fundirás por completo, y tú y yo seremos uno solo. Cubito: ¿Y qué seremos? Infusión: Agua tibia con sabor a campo. Cubito: Me gusta la idea. Me caes bien...

Cecilia

Observo tu boca cuando pronuncias palabras como doscientos , ceniza o cielo … En ese trance, mientras modulas las ces y las zetas, tu lengua se vuelve fricativa, tus dientes la abrazan sin apego, tus labios detienen su aleteo, se despegan paralelos, ganan volumen, y tu voz, esa voz con la que dices verdades como puños, reivindicas justicia para todos o susurras en mi oído se vuelve fresca, clara y fluida, como agua de mayo. Por cierto, me gusta cómo te sienta el rojo intenso de tu nuevo pintalabios. Ahora, di:  Cenicienta zigzaguea zozobrando. Pero muy despacio...

Eres rica

Un buen día te descubro en una manifestación pro derechos sociales y contra la opresión, portando una pancarta gigante que rezaba El pueblo, unido, jamás será vencido , mientras caminabas en vanguardia, con paso lento, reposado, y con esa elegancia que tanto te caracteriza. Fue la primera vez que nos vimos… Días más tarde, justo al salir del museo paleontológico, estás ahí, en la misma puerta, hablando con unas chicas extranjeras en alemán, francés e italiano, modulando este último con un perfecto acento napolitano mientras movías los brazos exageradamente y tus manos se agitaban como palomas en desbandada. Estabas muy graciosa… En la cena picnic de la semana pasada, la de la playa, vas y abres delante de mí un Tupperware® conteniendo algo muy apetitoso, y cuando Carmen te pregunta si es un estofado de carne le dices que no, que son albóndigas de mijo con verduras, que tú no comes animales porque piensas que tienen derecho a vivir libremente. A eso lo denomino sensibilidad

Montaña rusa

Tú sabes cómo es lo de ir subiendo por el primer tramo de una montaña rusa: sientes una creciente y profunda emoción… Sientes cómo se va acelerando tu corazón, cómo tus venas y tus músculos se llenan de sangre, cómo empiezas a respirar más y más rápido... A pesar de ello, a pesar de haberte abandonado a tu suerte, te sientes muy segura en esta atracción, porque algo dentro de ti te dice, con seguridad, que nada malo puede ocurrir, que todo está perfectamente… Y cuando llegas al punto más alto, notas ese vértigo anidando en tu estómago; te sientes fascinada, excitada: hay tantos giros y volteretas, tan impredecibles, es tal la intensidad, que antes de que te quieras bajar, te quieres volver a montar y hacerlo otra vez más. Una y otra vez...

El músico callejero

Cazatalentos: Hola, ¿qué tal? Músico callejero:  Muy bien, ¿y usted? Cazatalentos: Verás, he estado observándote mientras tocabas y tu estilo me parece absolutamente portentoso. Eres un virtuoso de la guitarra. Tus dedos son ágiles acróbatas sobre los trastes. Nunca había visto nada igual. Músico callejero: Me alegra lo que dice. Cazatalentos: El caso es que trabajo para una empresa que promociona nuevos talentos, y viendo el tuyo creo que perfectamente podrías llegar a ser una estrella de fama internacional. Sé que sería una cuestión de tiempo, y no mucho. Pero, por de pronto, ¿qué te parecería ganar mil euros a la semana? Tocar en la calle debe de ser duro, sobre todo en invierno. ¿Te imaginas hacerlo en un teatro lleno de gente entusiasmada, gente gritando tu nombre? ¿Te imaginas no tener que preocuparte nunca más por el dinero? ¿Te imaginas tener tu propia casa? Músico callejero: Le agradezco su oferta, señor, pero toco por amor, por amor al arte. Mi casa es e

Noche de lujo

Quieres que salgamos esta noche a cenar, pero no sabes qué ponerte. Dudas entre tu vestido Armani, el negro con escote de cisne; uno tipo canesú, de gasa, que te regaló tu hermana Celia; y ese de cintura alta y dos tonos que te compraste en Nueva York. Tal como yo lo veo, te favorecen todos. No obstante, para que salgas cuanto antes de ese  impasse , y dado que no me gusta verte sufrir, te propongo quedarnos en casa, y, como hace mucho calor, cenar en la terraza. Para la ocasión, podrías ponerte el anillo de Fabergé que te regalé. Solamente el anillo...

Chorizo ibérico

Vicente: Buenas tardes. Tendero: Muy buenas. ¿Qué se le ofrece, caballero? Vicente: Pues verá... quería algunos chorizos. Tendero: Muy bien. Ha venido al lugar adecuado. Vicente: Antes que nada, me gustaría que me explicara la diferencia entre los normales y los ibéricos. Tendero: ¡Uy, ni punto de comparación! Nada que ver los unos con los otros. Le explico: un chorizo normal, pongamos por caso, es el de toda la vida, el clásico. El que roba por pura necesidad, porque está al límite, o desesperado. Pero este tipo de chorizo no busca hacer daño a nadie. Lo que quiere es salir de un apuro, o, simplemente, poder comer. Básicamente... Vicente: Entiendo. Tendero: Sin embargo, el chorizo ibérico, el de calidad, el bueno, el que se lleva ahora, es un tipo que ya vive bien, pero quiere vivir mucho mejor... a costa de los demás, claro está. Normalmente, suele ser un egoísta, un miserable y un mentiroso compulsivo, para más señas, que no dudará en estafar, prevaricar o ma