Ir al contenido principal

Conversación entre la mano izquierda y la derecha



Derecha: ¡Hola!
Izquierda: ¡Hola! ¿Qué tal?
Derecha: Pues aquí, manipulando un poco. ¿Y tú?
Izquierda: Manoseando al gato. Tenía ya unas ganas...
Derecha: Cuánto tiempo sin verte. No sabes lo que me alegro de que por fin te hayan quitado la escayola. Ha pasado más de un mes y medio, ¿no?
Izquierda: ¡Uf!, sí, se me ha hecho eterno. Ni te imaginas el agobio que he pasado.
Derecha: Imagino... ¿Y ya estás completamente restablecida de tu proceso? ¿Te has curado del todo?
Izquierda: Sí, afortunadamente los huesos ya han soldado y está todo en su sitio. Ahora he de hacer ejercicio para recuperar completamente la movilidad.
Derecha: Qué mala sombra lo que te ocurrió, ¿eh? Me siento un poco responsable.
Izquierda: No te preocupes. Simplemente, resbalamos; pero tú tuviste la suerte de poder agarrarte a la cuerda. De todos modos, ya ha pasado. [...] Y a ti, ¿cómo te ha ido en mi ausencia?
Derecha: Te he echado mucho de menos. ¿Sabes?, durante todo este tiempo me he dado cuenta de que la vida sin ti es muy diferente, más complicada; y en algunos momentos me he sentido muy sola. Ya me entiendes... al fregar los cacharros, al planchar, al teclear en el ordenador, al preparar la comida... Me había acostumbrado a que hiciéramos todo eso, y otras muchas cosas, juntas. Y al no estar tú disponible, me las he tenido que ingeniar para hacerlo yo sola. Ha sido un gran reto. La parte positiva es que me ha servido para crecer, porque nunca imaginé que pudiera hacer todo eso yo sola. Pero ya te digo: si puedo elegir, prefiero que lo hagamos juntas. Vamos, es que ni punto de comparación.
Izquierda: Me alegra que me cuentes todo eso, porque yo también te he echado mucho de menos, ¿sabes? Me he sentido prisionera, sin libertad de movimientos, como asfixiada... pero al final aprendí a llevarlo... y a vivir sin ti. Aunque coincido contigo: prefiero que estemos juntas. Somos tan maravillosamente complementarias...
Derecha: Bueno... a ti te falta ser más diestra. Jejeje.
Izquierda: Jejeje. Y a ti, a veces, te falta tener un poco más de mano izquierda.
Derecha: Jajaja. Pues para eso te tengo a ti.
Izquierda: Jajaja. Mira, creo que nos llevan al aseo, para lavarnos.
Derecha: Ay... este es mi momento preferido del día...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Catalina y Miguel: una historia de amor.

Valencia, 15 marzo de 2014. Torre de Santa Catalina: Miguel, ¿cuánto tiempo hace que nos conocemos? Torre de El Miguelete: Poco más de trescientos años, Catalina. Catalina: Aún me acuerdo de cuando nací, a principios del siglo XVIII. ¿Te acuerdas tú? Miguel: Por supuesto que me acuerdo. Llevaba mucho tiempo solo, aquí, en medio de la ciudad, y entonces, poco a poco, fuiste apareciendo tú. No imaginas cuánto me alegré de tu llegada. "Por fin una torre como yo, cerca de mí", pensé. Catalina: Cuánto ha cambiado Valencia, ¿eh?, a lo largo de todos estos siglos... Se ha convertido en una metrópoli muy grande, enorme, y bulliciosa, incluso los seres humanos han construido máquinas voladoras que surcan sus cielos. Es increíble, ¿verdad?, de lo que son capaces las personas... Miguel: Yo llevo mucho más tiempo que tú en la urbe. Antes, incluso, de que los hombres de estos reinos llegaran a las Américas. Tú aún no habías nacido. Aquellos pasaban por ser tiempos

Vaalbará

Pangea fue un supercontinente que se originó hace 300 millones de años y que al fragmentarse (unos 100 millones de años más tarde) dio lugar a Gondwana y Laurasia , los dos protocontinentes precursores de los que existen hoy en día. Sin embargo, a lo largo de la historia de la Tierra han existido otros supercontinentes antes de Pangea ( Pannotia, Rodinia, Columbia, Atlántica, Nena, Kenorland, Ur ...), los cuales fueron fragmentándose y recomponiéndose en un dilatado ciclo de miles de millones de años. El primero de esos supercontinentes se denominó Vaalbará . Vaalbará es un vocablo hibridado que resulta de fusionar los nombres Kaapval y Pilbara , el de los dos únicos cratones arcaicos que subsisten en la Tierra (los cratones son porciones de masa continental que han permanecido inalteradas -ajenas a movimientos orogénicos- con el paso del tiempo). La Tierra hace 3.600 millones de años. Y el supercontinente Vaalbará conformado en medio del superocéano Panthalassa

Los indios no eran los malos de la película

Cuando yo era pequeño y veía las películas de indios y vaqueros en la tele, enseguida me identificaba con los vaqueros. No era de extrañar. A fin de cuentas, a los indios se les pintaba, a todas luces, como los malos, como los salvajes, como unos sanguinarios sin piedad. Sin embargo, los vaqueros, al contrario, eran la gente decente. Los colonos que llegaban a la tierra prometida y se sentían plenamente legitimados para conquistarla, para apropiarse de ella, para explotarla y establecerse allí con sus familias. Ese, aparentemente, era un noble propósito: conquistar un trozo de tierra para darle a tu familia, a tus hijos, la oportunidad de tener una vida mejor y más próspera. Y es, como digo, algo humanamente lógico. Porque, ¿quién no desea tener una vida mejor para sí mismo y para los suyos? Claro que, cuando dejé de ser un niño y me hice mayor, y me informé adecuadamente acerca de aquellos acontecimientos históricos, no tardé en comprender que los indios no eran los malos