Confederación Europea, año 2090.
Una pareja acaba de comprar un niño-robot de cuatro años. Un ser artificial de apariencia y comportamiento totalmente humanos, pero basado en una avanzada tecnología de células biocibernéticas. Un individuo con capacidad, incluso, para crecer físicamente. Aunque, eso sí, ni come, ni duerme. Sólo necesita recargarse con energía solar de vez en cuando.
Denisse: Ya está inicializado. ¿Ahora qué hay que hacer?
Pol: Veamos... aquí, en el manual de instrucciones, dice que para activar sus sentimientos ambos tenemos que pronunciar delante de él, y en voz alta para que la escuche, una determinada secuencia de palabras.
D: ¿Y cuál es la secuencia?
P: Viene dentro de esta cápsula precintada.
D: Pues empieza tú mismo, Pol.
P: Noviembre-eco-alfa-tango-lima-lima-delta-romeo-sierra-sierra-víctor-óscar-lima-alfa-foxtrot. (Breve pausa) Ahora tienes que repetirla tú, Denisse.
D: Noviembre-eco-alfa-tango-lima-lima-delta-romeo-sierra-sierra-víctor-óscar-lima-alfa-foxtrot.
Niño-robot: (Sonriente y dirigiéndose a Pol) ¿Cómo me llamo, papá?
P: Pues... no sé... ¿Cómo te gustaría llamarte a ti?
N-r: Teo. ¿Te parece bien, mamá?
D: Pues... sí... claro.
Acto seguido, Teo abraza a sus recién estrenados padres. Y lo hace con tal sentimiento, con tal cariño humano, que Denisse rompe a llorar. Una emoción a la que enseguida se suma Pol.
Transcurren cinco años...
Denisse: Pol, dime una cosa... ¿qué sientes por Teo?
Pol: Un gran amor, Denisse. Nunca imaginé que podría sentir algo así por una máquina. He llegado a verlo como un ser humano en toda regla. Incluso mejor que cualquier ser humano que haya conocido en mi vida. Para mí, Teo es un referente. Un referente de bondad, de entrega, de sinceridad, de inteligencia... (Breve pausa) Y tú, Denisse, ¿qué sientes? Me he dado cuenta de que últimamente te muestras un tanto fría y distante con él, ¿no es así, preciosa?
D: Sí, así es. Es que... es tan perfecto. Es tan educado, y... tan respetuoso. Nunca jamás se equivoca, ni en lo que dice ni en lo que hace. Todas sus ideas, sus pensamientos y sus deducciones son brillantes. Además, es pulcro, ordenado, simpático, cordial, amable... independientemente de las circunstancias que le rodeen. En realidad... es como tú dices: mejor que cualquier ser humano que haya conocido en mi vida. Quizá por eso, por esa atípica impecabilidad que le caracteriza, es por lo que a mí, en particular, no me parece tan humano como a ti.
Cinco años más tarde se escucha un anuncio publicitario por el holovisor...
Estimados consumidores: Industrial Robotech les da la bienvenida al siglo veintidós. Y para celebrarlo con ustedes les presenta su nueva gama de robots-humanos. Olvide los de la vieja Serie 9000, de finales del siglo pasado. Aquéllos eran demasiado perfectos. Disfrute ahora de nuevos robots cien por cien humanos. Humanos... pero de verdad. Ya no notará ninguna diferencia con las personas, porque se trata de androides genuinamente imperfectos que pueden equivocarse, sentir miedo o tristeza, que pueden mentir en un momento dado o que tal vez puedan cometer ciertas locuras por amor. No deje pasar esta oportunidad y benefíciese de nuestras ofertas de lanzamiento. Rechace imitaciones.
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