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Mostrando entradas de 2013

La decisión de Sophie

Burdeos, sur de Francia; diciembre de 2013: Sophie: Papá, quiero contarte lo que me gustaría hacer cuando termine el instituto. Papá: Dime, Sophie, ¿qué te gustaría hacer? S: Pues antes de empezar la carrera me encantaría trabajar un año como voluntaria de una ONG en algún país de África, en uno de ésos donde las personas emigran para buscar una vida mejor, donde los que tienen la suerte de trabajar lo hacen explotados por sus patronos, donde las condiciones sanitarias son precarias y excluyentes, donde mucha gente no tiene acceso a una vivienda digna, donde muchos niños pasan hambre, donde sus ciudadanos viven bajo el yugo de una oligarquía corrupta, en un país donde ni siquiera puedan protestar por sus miserables condiciones de vida. ¿Sabes, papá?, quiero hacer algo por esas personas, lo que sea. Cualquier cosa antes que quedarme de brazos cruzados, o mirando para otro lado, como si no pasara nada. P: Es un noble propósito, preciosa, pero para eso no hace falta que va

Desobediencia civil

11 de marzo de 1930, India. Gopal: Bapu, esto no puede seguir así. Los británicos llevan décadas tratándonos como escoria. Se han hecho con el poder en este país y se han olvidado del pueblo, de que somos seres humanos con derechos inviolables. Sólo piensan en enriquecerse a costa de nuestros recursos y de utilizarnos, prácticamente, como esclavos. A cambio, nos dan sus migajas y encima debemos estarles agradecidos. Nacimos y vivimos en nuestra propia tierra, en nuestro propio hogar, la madre patria, y, sin embargo, nos sentimos como extraños en ella, como quien está en pecado. Simplemente, porque ellos, porque esa panda de corruptos amorales, nos consideran inferiores. Y por si esto fuera poco, ni siquiera podemos protestar, porque todo amago de rebelión es reprimido con violencia ejemplarizante. Gandhi: Lo sé, hijo mío, soy muy consciente de ello. Gopal: Ahora llega un nuevo despropósito, una nueva humillación y burla, que se suma a las anteriores. Ahora ni siquiera pod

¿Qué significa "estar conectado"?

Todo ser humano, desde el más abyecto hasta el más bondadoso, alberga dentro de sí una chispa de calor (amor) y de luz (sabiduría). Es como un Sol (calor+luz) que hay en el núcleo de nuestro ser. Algo que nos iguala a todos los seres humanos: nuestra esencia. Algo pujante y poderoso, un impulso natural que tiende a manifestarse espontáneamente... de no ser que el miedo o la ignorancia hagan acto de presencia. Para mí, estar conectado significa, literalmente, estar en conexión con esa esencia, estar uno alineado con esa chispa que nos impregna y que nos faculta para poder brillar en cada momento de nuestras vidas. Brillar quiere decir ser, tal cual, como una estrella. O sea, irradiar esa luz (sabiduría) y ese calor (amor) desde nuestro centro hacia el exterior, de dentro hacia fuera; empezando por nosotros mismos (amor propio). Estar conectado, a la fin y a la postre, consiste en darnos lo mejor de nosotros mismos (respeto, cariño, comprensión, perdón, valor, confianza,

Mirando a los ojos

Si la cara es el espejo del alma, yo diría que los ojos son su ventana. La ventana por la que aflora la realidad interior de quien tenemos delante, y la ventana por la que podemos asomarnos a los paisajes que conforman ese alma y contrastar sus luces y sus sombras. Tal vez por eso, son escasas las personas que aguantan la mirada cuando hablan con las demás, y quizá por eso, también, son pocos los que se atreven a mirar abierta y desinhibidamente a los ojos de su interlocutor. Nosotros podemos serlo más o menos, pero nuestra mirada, irremediablemente, nos delata y nos hace sinceros. Que se mantenga firme y segura, clavada en los ojos del otro, o que oscile huidiza o caiga al suelo dirá mucho de quien esté detrás de ella, y, a buen seguro, pondrá de relieve sus intenciones, cualesquiera que éstas sean. Efectivamente, hay miradas turbias que esconden oscuros propósitos y miradas limpias que denotan claridad y transparencia... a imagen y semejanza de sus dueños. Pero l

Una historia de amor

Año 2106. Julia: Koen, fíjate en Lora, date cuenta de cómo lo mira, de cómo le sonríe. Estoy segura de que le ama más que a nosotros. Koen: Si así fuera, sería comprensible. J: ¿Comprensible? Pero si nosotros somos sus padres. ¿Cómo puede quererle más a él? K: Él le cambió los pañales cuando era un bebé, la ha bañado, le ha contado cuentos cada noche, la ha atendido cuando lloraba de madrugada, le ha cuidado cuando ha estado malita y ha sido su infatigable compañero de juegos y de aventuras. Además, cuando ella le ha preguntado algo, lo que fuera, él siempre le ha contestado; nunca le ha dejado una pregunta sin responder. Y cuando alguien ha intentado hacerle daño, él siempre ha estado ahí para defenderla, incluso arriesgando su propia vida. Nunca le ha dicho algo como "No puedo", "No me apetece" o "Estoy demasiado cansado". Y todo eso, entre otras cosas, lo ha hecho siempre con amabilidad y con ternura. ¿Te parece poco? J: Pero, cariñ

Libertad y verdad

En algún lugar de Rusia... Madre:  Puedes sentirte orgullosa de ser rusa y ortodoxa, hija mía. Porque nuestra religión es la verdadera y nuestra patria la mejor del mundo. Hija:  Sí, mamá. En algún lugar de Israel... Padre:  Puedes sentirte orgullosa de ser israelita y judía, hija mía. Porque nuestra religión es la verdadera y nuestra patria la mejor del mundo. Hija:  Sí, lo que tú digas, papá. En algún lugar de EEUU... Padre:  Puedes sentirte orgulloso de ser americano y católico, hijo mío. Porque nuestra religión es la verdadera y nuestra patria la mejor del mundo. Hijo:  Sí, señor. En algún lugar de la Tierra... Madre: Puedes sentirte dichosa de ser ciudadana del mundo y libre, hija mía. Porque todo este planeta es tu patria y porque la verdad es, simplemente, aquello que sientes en el fondo de tu corazón. Hija:  Gracias, mamá.

Lo imprescindible

- ¿Sabes, Juan?, tengo un serio problema con Pablo... y no sé por qué. No sé lo que le pasa conmigo. Yo creo que siempre lo he tratado muy bien y lo he respetado. Lo he llevado de viaje conmigo muchas veces. Le hago regalos de vez en cuando. Todos los días le pregunto cómo está y qué tal le va en el colegio. Me intereso por su vida... por sus cosas. Además, procuro resaltar sus cualidades, que son muchas. Por eso, me extraña tanto que se enfade conmigo a la primera de cambio. A veces, sus reacciones me parecen... desproporcionadas. Y... no es que yo tenga envidia de ti, pero no comprendo por qué te quiere mucho más a ti que a mí, siendo que tú eres su tío y yo su padre. De veras que es algo que no entiendo. Se me escapa... y me produce mucha tristeza. - Leandro: tú eres muy correcto, educado y respetuoso con tu hijo. Eso nadie puede negarlo. Y también, muy generoso con él. Pero... ¿sabes?, jamás te veo tocar su hombro... o frotar su espalda con tu mano. Ni le pellizcas las mej

Preámbulo

Anaham: Qué bien se está aquí. Qué escena tan impresionante. Creo que nunca había visto algo así. Aarkva: ¿Te has fijado en cómo fulgura el gas de esta nebulosa? Resplandece en miles de matices distintos. Y qué inmensa es... casi no se puede abarcar con la mirada. Anaham: Sí, es sobrecogedora. Aarkva: Creo que podría estar eones contemplándola. Cuánta belleza, compañera, cuánta belleza... Anaham: ¿Eones? Pero te vas mañana, ¿no? Aarkva: Sí, me voy mañana. Anaham: ¿Lo has pensado bien, Aarkva? ¿Estás completamente seguro? Aarkva: Sí, lo estoy. De hecho, ya he elegido a los que serán mis padres, y a mi familia. Incluso ya están trazadas las líneas maestras del que será mi destino. Anaham: La vida en la Tierra implica grandes desafíos... Aarkva: Lo sé, Anaham, pero es tanto lo que puedo ganar.  Anaham: Allí son comunes el abandono, el desamor, el dolor y el sufrimiento. Quien más y quien menos los experimenta alguna vez. Y contigo no se hará ninguna excep

Quirofilia

Mientras las yemas de mis dedos recorren devotas la longitud que da forma a tus manos… …comienza a plegarse la geometría del Universo sobre sus inacabables eones, avanza el deshielo de las sinuosas lenguas glaciares en Groenlandia, Marte describe una vuelta completa alrededor del Sol, la primavera se va convirtiendo en verano, el calendario entra en el nuevo siglo, sube y baja mil veces la marea, y cae la tarde... ...sin prisa…

Cinismo

Juez: Póngase en pie el acusado. (Pausa). En presencia de las pruebas inculpatorias, ya sean las documentales y las grafológicas, además de los testimonios que han sido presentados contra usted por la acusación particular y por el fiscal del distrito, ¿tiene usted algo que alegar? Don Alphonse: Con la venia. Todos esos documentos son falsos, señoría. Son pura basura, calumnias. Es una vergüenza. Una invención falaz para desacreditarme a mí, a mi organización y a todas las personas que trabajan a mi lado. Esto es escandaloso e indignante, y le aseguro que voy a emprender todas las acciones legales que sean pertinentes para lavar mi nombre y mi honra. J.: ¿Entonces niega usted todas estas pruebas? D. A.: Mire, señoría, yo soy un ciudadano honrado, y mi organización, que algunos desalmados tratan de desprestigiar no es sino una organización completamente transparente que opera dentro de la legalidad, que contribuye al bienestar de las personas, dando trabajo a cientos de fam

Carmen: una niña con personalidad.

Tía Tula:   A ver, niños, ¿a quién os gustaría pareceros de mayor? Dime, Jorgito; tú primero. Jorgito:   Yo, a mi padre, porque es muy listo y sabe muchas cosas. Tía Tula:   ¿Y tú, Pedrito? Miguelito:  Yo quiero parecerme a Superman, que es muy fuerte y puede volar. Tía Tula:   ¡Qué bien! ¿Y tú, Laurita? Laurita:  Pues yo... ¡a Shakira! Es que es tan guapa... Tía Tula:   Y tú, Carmencita, ¿a quién te gustaría parecerte de mayor? Carmen:   ¡A mí misma! ¡Y me llamo Carmen, tía Tula, no Carmencita! ¡Jolines!

Discusión bizantina entre una recta y una curva

RECTA: Curva: tu morfología sinuosa, ondulada o zigzagueante delata lo propensa que eres a andarte por las ramas. Me da igual si te conviertes en guirnalda, parábola, asíntota, lazada... Sea como sea, pareces un puro ornamento. Eres tan poco práctica... ¡Es que eres enrevesada por naturaleza! Fíjate en mí, sin embargo: voy directa al grano. Me ahorro tiempo. Y mira cómo uno los dos puntos de esta hoja de papel. Con qué simplicidad los puenteo, con qué exactitud, con qué simetría, con qué perfección. Nada de artificios. Siempre acortando distancias, sin entretenerme. Es evidente que soy mejor que tú. CURVA: Tú, recta, no eres más que un filamento escuchimizado y monótono. Una aburrida sucesión de puntos predecibles. Me da igual si eres radial, segmento o bisectriz; no importa. ¡Pareces un fideo! Eres demasiado pragmática y rígida, y tu falta de flexibilidad y de plasticidad te vuelven insulsa, seca, poco atractiva. Siempre te reduces a la mínima expresión. Yo, por contra, expl

"1984".

En 1984, precisamente, fue cuando leí por primera vez la novela 1984 , de George Orwell. Un clásico de la literatura moderna y una obra maestra de referencia dentro del género de política-ficción. El libro (recomendable donde los haya) retrata con lujo de detalles y gran pericia narrativa la vida de un tal Winston Smith, personaje inmerso en la cotidianidad de un estado totalitario regentado por una oligarquía de privilegiados corruptos, a la cabeza de los cuales se erigía la figura misteriosamente velada de un oscuro dictador conocido como El Gran Hermano . Casi treinta años después de aquella literaria efeméride, mirando a mi alrededor, y viendo la coyuntura político-económico-social que nos azota en el momento presente, inevitablemente, me acuerdo de ese mundo tétrico, de esa sociedad decadente cuyos valores humanos habían quedado reducidos a la mínima expresión, y donde la abyección, salpicando a todos los estratos sociales, se había convertido, por activa y por pasiva

Sucedáneo

Luis:   Verá usted, mi hijo ha sido un niño que nunca se ha sentido atraído por los dulces. No sé por qué, pero así era. Sin embargo, desde que falleció mi esposa, hace cosa de un año, el crío ha desarrollado una auténtica obsesión por el dulce. Lo toma a diario, y a veces de forma compulsiva: pastelitos, chuches, chocolate... No le hace ascos a ninguno. Y el caso es que, como soy consciente de los perjuicios que pueden ocasionar a la salud, estoy empezando a preocuparme. Por eso, he acudido a usted. Terapeuta:   Luis, ¿cómo describiría a su esposa?  Luis:  Era una mujer maravillosa, ¿sabe? Tan llena de ternura... y siempre dando cariño a todo el mundo. Sobre todo, a mi hijo. El crío la adoraba, ¿sabe? Terapeuta:   Y usted, ¿es dulce con el chaval?

Cursos de crecimiento personal

Oam: Emar, ¿tú has oído hablar del crecimiento personal? Emar:   ¡Sí, claro! Oam: Pues, ¿podrías explicarme en qué consiste, por favor? Emar: Verás, el crecimiento personal se podría definir como un proceso de evolución individual en virtud del cual alcanzamos mayor armonía, madurez y equilibrio, tanto con nosotros mismos como en la relación con los demás. Oam:   ¿Y qué se consigue, exactamente, a través del crecimiento personal? Emar:   La personalidad, el carácter y la conducta del individuo se van transformando, de tal modo que éste va ganando en sabiduría, y, por consiguiente, en bienestar. Es decir, el sujeto va adquiriendo recursos que le van permitiendo hacer frente a los avatares y desafíos que la vida plantea de una forma más constructiva y provechosa. Oam:   ¿Podrías poner algún ejemplo? Emar:   Por ejemplo: un ser que actúe frecuentemente de forma egoísta y desconsiderada, y que por ello sufra el rechazo de los demás, después de un curso de crecimiento