Ir al contenido principal

A una amiga



Gracias, amiga.

Gracias por tantos momentos compartidos conmigo. Por los dulces, y también por estar ahí, tan cerca, en los amargos. Por aquellos alegres y divertidos, y por los que surgieron ante nosotros como un gran desafío, como una prueba de amor, que, al final, ambos superamos.

Gracias por tu siempre inestimable ayuda, por ser mi socorrido recurso cuando los demás no alcanzan, por ser mi aliento en las fatigas y empuje en los avatares.

Gracias por tu comprensión y por tu consideración, por tratar de no juzgarme, por esquivar los reproches y las críticas; por creer en mí, en mi palabra y en mi buena voluntad... a pesar de todo.

Gracias por interesarte por mi vida, por mis inquietudes, por mis ideas, por mis proyectos y por mis sueños, y por contribuir, aportando tu grano de arena, a que estos últimos se hagan realidad.

Gracias por tu simpatía, por tu frescura, por tu sentido del humor y por tu reconfortante sonrisa; cualidades, todas, que colorean mis días grises e iluminan mis noches oscuras.

Gracias por tu tolerancia, por tu flexibilidad y por tu paciencia para con mi carácter y formas de actuar... pues sé que a veces pueden resultar un tanto desafiantes.

Gracias por ese cariño, por tu continuo afecto y por tu inacabable ternura, que tanta dicha y bienestar aportan a mi existencia.

Gracias por perdonar, sin decir "Te perdono", todos mis desatinos y mis meteduras de pata, que no son pocas.

Gracias por hacer tuyos mis sentimientos: por sentirte elogiada cuando yo lo soy y molesta cuando alguien me agravia. Por ser compañera en los momentos de auge y por serlo también en los de descenso.

Gracias por tu voz, por tus benignas palabras, por tus estimulantes frases, por tus ingeniosos comentarios... y por tus oportunos silencios.

Gracias por tu sinceridad, por tu honestidad, por tu dignidad y por tu integridad. Por utilizarlas para darme tu opinión, pero buscando convertir lo potencialmente dañino en una amable sugerencia.

Gracias por tu compañía, por tu calor y por tu presencia, porque contigo a mi lado hasta el no hacer nada me parece hermoso.

Gracias por haber asentado tu amistad sobre el pilar sin el cual fracasa, tarde o temprano, cualquier relación humana: el amor.

Gracias por tu encantadora forma de ser, amiga mía; por tu tacto y tus formas, por tu saber estar y tu deferencia, y por lo que se podría denominar, con toda justicia, tu demostrada exquisitez.

Y gracias, en definitiva, por darme, en cada instante de nuestras vidas compartidas, lo mejor de ti.


Te llevo en mi mente y en mi corazón.

Carlos

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vaalbará

Pangea fue un supercontinente que se originó hace 300 millones de años y que al fragmentarse (unos 100 millones de años más tarde) dio lugar a Gondwana y Laurasia , los dos protocontinentes precursores de los que existen hoy en día. Sin embargo, a lo largo de la historia de la Tierra han existido otros supercontinentes antes de Pangea ( Pannotia, Rodinia, Columbia, Atlántica, Nena, Kenorland, Ur ...), los cuales fueron fragmentándose y recomponiéndose en un dilatado ciclo de miles de millones de años. El primero de esos supercontinentes se denominó Vaalbará . Vaalbará es un vocablo hibridado que resulta de fusionar los nombres Kaapval y Pilbara , el de los dos únicos cratones arcaicos que subsisten en la Tierra (los cratones son porciones de masa continental que han permanecido inalteradas -ajenas a movimientos orogénicos- con el paso del tiempo). La Tierra hace 3.600 millones de años. Y el supercontinente Vaalbará conformado en medio del superocéano Panthalassa

Catalina y Miguel: una historia de amor.

Valencia, 15 marzo de 2014. Torre de Santa Catalina: Miguel, ¿cuánto tiempo hace que nos conocemos? Torre de El Miguelete: Poco más de trescientos años, Catalina. Catalina: Aún me acuerdo de cuando nací, a principios del siglo XVIII. ¿Te acuerdas tú? Miguel: Por supuesto que me acuerdo. Llevaba mucho tiempo solo, aquí, en medio de la ciudad, y entonces, poco a poco, fuiste apareciendo tú. No imaginas cuánto me alegré de tu llegada. "Por fin una torre como yo, cerca de mí", pensé. Catalina: Cuánto ha cambiado Valencia, ¿eh?, a lo largo de todos estos siglos... Se ha convertido en una metrópoli muy grande, enorme, y bulliciosa, incluso los seres humanos han construido máquinas voladoras que surcan sus cielos. Es increíble, ¿verdad?, de lo que son capaces las personas... Miguel: Yo llevo mucho más tiempo que tú en la urbe. Antes, incluso, de que los hombres de estos reinos llegaran a las Américas. Tú aún no habías nacido. Aquellos pasaban por ser tiempos

Quirofilia

Mientras las yemas de mis dedos recorren devotas la longitud que da forma a tus manos… …comienza a plegarse la geometría del Universo sobre sus inacabables eones, avanza el deshielo de las sinuosas lenguas glaciares en Groenlandia, Marte describe una vuelta completa alrededor del Sol, la primavera se va convirtiendo en verano, el calendario entra en el nuevo siglo, sube y baja mil veces la marea, y cae la tarde... ...sin prisa…