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Preámbulo




Anaham: Qué bien se está aquí. Qué escena tan impresionante. Creo que nunca había visto algo así.
Aarkva: ¿Te has fijado en cómo fulgura el gas de esta nebulosa? Resplandece en miles de matices distintos. Y qué inmensa es... casi no se puede abarcar con la mirada.
Anaham: Sí, es sobrecogedora.
Aarkva: Creo que podría estar eones contemplándola. Cuánta belleza, compañera, cuánta belleza...
Anaham: ¿Eones? Pero te vas mañana, ¿no?
Aarkva: Sí, me voy mañana.
Anaham: ¿Lo has pensado bien, Aarkva? ¿Estás completamente seguro?
Aarkva: Sí, lo estoy. De hecho, ya he elegido a los que serán mis padres, y a mi familia. Incluso ya están trazadas las líneas maestras del que será mi destino.
Anaham: La vida en la Tierra implica grandes desafíos...
Aarkva: Lo sé, Anaham, pero es tanto lo que puedo ganar. 
Anaham: Allí son comunes el abandono, el desamor, el dolor y el sufrimiento. Quien más y quien menos los experimenta alguna vez. Y contigo no se hará ninguna excepción.
Aarkva: La verdad es que siento miedo, pero al mismo tiempo me estimula la idea, me atrae, incluso me entusiasma: tener un cuerpo denso, poder interactuar con otros seres en un planeta como aquel, tan peculiar, aprender y evolucionar desde otra dimensión... Debe de ser fascinante.
Anaham: Algo muy distinto a lo que estamos acostumbrados, Aarkva. A veces puede ser duro; muy, muy duro. Algunos, de hecho, fracasan en el intento y abandonan penosamente.
Aarkva: No me importa que así sea. Sé que podría quedarme aquí y seguir disfrutando de esta pacífica y hermosa inmensidad, pero algo dentro de mí, muy fuerte y tenaz, me impele a seguir adelante con mi decisión.
Anaham: ¿Sabes una cosa, Aarkva? Te vas a reír cuando te la diga.
Aarkva: A ver, dime.
Anaham: ¡Yo también voy a la Tierra mañana!
Aarkva: ¡Jajajaja! ¡No me lo puedo creer!
Anaham: Pues créelo, porque así es. ¿Pensabas que te iba a dejar solo por esos mundos de Dios?
Aarkva: Jajajaja. Oye, que sé cuidar de mí mismo, ¿eh?
Anaham: Bueno... por si acaso.
Aarkva: ¿Y qué seremos en la Tierra, amigos, amantes..?
Anaham: No está escrito. Lo único que sé es que nos conoceremos en 2013. O, mejor dicho: nos re-conoceremos.
Aarkva: ¿Y tienes idea de cómo te llamaras?
Anaham: No, aún no. Y tú, ¿ya lo sabes?
Aarkva: Sí, Carlos.

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